El 30 de noviembre de 1936 se inició la Batalla de Villarreal, que concluiría un mes después con la cifra de 1.500 muertos y más de 5.500 heridos.

El ejército vasco, al servicio de la República, lanzó su ofensiva contra Legutio. La población estaba tomada por los nacionales sublevados. El frente recorría gran parte de la Cuadrilla de Gorbeialdea: Nafarrate, Eribe, Elosu, Zestafe, Acosta, Etxaguen…

Nafarrate y Murua fueron, entre otros, los pueblos más destruidos; se volaron las iglesias, las casas fueron saqueadas… Muchas familias se vieron obligadas a huir. Al volver, tuvieron que empezar de cero, en casas desmanteladas, sin ganado y con sus tierras sembradas de cadáveres.

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Fueron testigos de estos acontecimientos muchas personas que abandonaron sus casas para ir a vivir a otros lugares, permanecieron ocultas o ayudaron a los heridos. A todas estas personas, a los documentos de la época y a los que han trabajado en pro de conocer estos acontecimientos debemos el testimonio de esta visita.

Una visita a la historia del frente del norte, una visita a la historia reciente, una visita a una importante batalla en el corazón de la Cuadrilla de Gorbeialdea, ante la atenta mirada del monte Gorbea, que pudo cambiar el signo de la historia.